Normalmente en el tren aprovecho para ir leyendo las lecturas de este tercer bloque, que la verdad, son muy interesantes, habrá que repasar muchas cosas en vacaciones, con más tiempo y más despacio, y la verdad ahora que utilizo el transporte público, me he fijado que caso todo el mundo lee, casi siempre los mismos nos sentamos en el mismo sitio, y cada uno va con su libro, menos yo que saco mis fotocopias. El trayecto se me hace muy corto y casi no me doy cuenta cuando llego a Abando.
Bueno, al grano, que me dejan un teclado y me desato. Normalmente los adolescentes no leen y apropósito de la lectura en el tren, todos los que vamos normalmente de mi edad, pasada la adolescencia hace demasiados años, leemos, y, pensando en el instituto americano que aparece en las lecturas, donde los alumnos se pegaban por ir a clase de imagen y sonido donde podían expresar sus sentimientos, está claro que tenemos que ir cambiando muchas cosas, pero ¿A qué ritmo, y a qué coste?. Muchas de las personas que leen en el tren no saben lo que es un ordenador, entonces, nos estamos quedando desfasados los que leemos, o sólo leemos los adultos?. Creo que es un buen momento para empezar a hacernos preguntas.
Estamos creando una tecnología que toma la magia de Kodak, la mezcla
con imágenes en movimiento y con sonido, y añade un espacio para el
comentario y una oportunidad para difundir esa creatividad a cualquier lugar.
Pero estamos construyendo unas leyes que cierran esa tecnología.
"Ésta no es forma de llevar una cultura", ni de llevar una enseñanza aañdiría yo.
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